Hermoso lema, quisiera se encarnara en nuestras
vidas.
Que anidara en cada alma,en cada corazón,
latiera
dulcemente, cerrando mil heridas.
Yo suplico al SUPREMO, influir en tiranos
presidentes,
borrando de torpes mentes, que matando,
invadiendo,
arrasando, se hace patria. Con filuda superficie,
rasgara las mentes,
de apáticos cobardes, preñados de egoísmo, llenando
alguna cárcel,
que quiero para ellos, frustrados homicidas que
cobardes no empuñan
el fusil criminal, pero cierran fronteras, matando
de soslayo,creyéndose no vistos, capaces de engañar. Qué vale una frontera, si
anula mi conciencia? ¿Qué pais sobrevive, pisoteando cadáveres?
¿Quién se atribuye, honor de Presidente, si tan
sólo gobierna con mortífera ley? Salgamos a las calles, rodeados de solvencia.
Vamos todos al puerto, y a ese bote que llega,
recibamos alegres, porque a puerto llegó. Compartamos el pan y el calor del
hogar
que es el único gesto . . . que nos va a
humanizar.
Mavi Márquez
A.
Lima,
Perú
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