sábado, 19 de septiembre de 2015

El niño y el Mar


 Una pregunta tal vez no venza a la guerra ni a la sinrazón
Pero hay que hacerla por la Paz, aunque no haya respuestas
Si a mí me lanzan mil preguntas, tal vez les dé mi opinión
Y si mucho me presionan, respondo con preguntas como éstas:
¿Por qué a la orilla del Mar, si el Mar es noble y vientre eterno?
¿Por qué a la orilla del Mar y por qué tan pequeño y tierno?
¿Por qué no en su hogar, con sus libros y sus muebles añejos?
¿Por qué no en medio de hijos y nietos, en sus años viejos?
Ya no tengo más preguntas porque sé que no habrá respuestas
Mas en todo el orbe quedarán muy juntas, las voces, las protestas.

                                              Francisco Hernández Zamora

                                                               -México –

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